martes, 10 de marzo de 2015

Anguilas



Los anguílidos (Anguillidae) son una familia de peces teleósteos del orden Anguilliformes que incluye un solo género, Anguilla, conocidos vulgarmente como anguilas de río. Son peces eurihalinos que pasan parte de su vida en el mar y otra parte en los ríos, con comportamiento catádromo. Están distribuidas por la mayor parte de las aguas tropicales y templadas excepto en el este del Pacífico y sur del Atlántico. Su nombre procede del latín "anguilla", que significa "anguila".
Aparecen por primera vez en el registro fósil en el Mioceno superior, durante el Terciario superior.
 

  
 



Es un pez de cuerpo alargado que suele medir alrededor de 70 cm aunque puede llegar a medir 2 metros. Las hembras suelen ser de mayor tamaño que los machos. Tienen la piel recubierta de una secreción mucosa que les hace muy escurridizas dándoles su característica más conocida además de que las protege ya que poseen escamas microscópicas. Normalmente viven 8 años los machos y 12 las hembras.
Tras la cabeza tienen dos aletas de pequeño tamaño. El dorso es pardo verdoso casi negro, el vientre es blanco y amarillento.


Viven en aguas dulces, aguas marinas y aguas salobres. Algunas especies de anguila son catádromas, es decir, emigran para desovar del agua dulce al mar, al revés que el salmón que es anádromo. El caso más llamativo lo representa la anguila europea (Anguilla anguilla), cuyos lugares para el desove están situados en el Mar de los Sargazos, lugar elegido por esta especie para la cría desde hace 140 millones de años.
Los ejemplares en la madurez reproductiva (8-10 años en las hembras y 4 en los machos) realizan un recorrido de más de 4.000 km para llegar hasta allí tras unos ocho meses, partiendo de los cauces fluviales de Europa occidental y Norteamérica. Una vez allí, machos y hembras se aparean, desovan y, finalmente, mueren. Todo el proceso se lleva a cabo a unos 500 metros de profundidad y a una temperatura de 15 º C. Los huevos depositados eclosionan a los pocos días, naciendo de estos los llamados leptocéfalos, de un tamaño inferior a la cabeza de un alfiler. Inmediatamente después del nacimiento, movidos más por las corriente del Golfo que por sus propios medios, los individuos inician la asombrosa migración de vuelta hasta los cauces fluviales desde donde partieron sus madres. Durante dicha migración, epopéyica a todas luces, mueren gran cantidad de individuos, pero las puestas son mucho más numerosas, permitiendo de este modo el reemplazo generacional (9.000.000 de huevos por hembra). Tras un plazo de dos a cuatro años llegan a la desembocadura de los cauces, y al contacto con el agua menos salina, sufren una metamorfosis que los transforma en angulas.

 

La salinidad del agua juega posteriormente otro papel crucial en su desarrollo, ya que determina el sexo de cada individuo. Es por ello que únicamente son hembras los individuos que remontan los cauces fluviales, permaneciendo en zonas aledañas a la desembocadura (más salinas)los machos. Entre cauces, acequias y pozos transcurre la vida de la angula mientras crece, madura y se transforma en la anguila.
Años más tarde, una primavera, cuando el reloj biológico se lo indica, salen de su hábitat para iniciar la migración hasta el Mar de los Sargazos, cerrando así el ciclo vital. Esta migración la realizan conjuntamente machos y hembras, siendo estas aproximadamente del doble del tamaño de los primeros, y también alcanzando ellas más tarde la madurez sexual.
La base del estudio sobre el asombroso periplo de estos animales la sentó el ictiólogo Danés Johannes Japetus Smith Steenstrup (1813-1897), quien durante más de veinte años se dedicó al estudio de este fenómeno. Actualmente, en la web de Radiotelevisión Española, existen dos podcast dentro del programa de radio "La aventura de la vida" en los que, bajo el título de "La epopeya de la anguila", el Doctor Félix Rodríguez de la Fuente, narra de una forma apasionada y amena todo este proceso.

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