Recuerdo cuando en las mañanas, mis primos cazaban conejos. En algunas ocasiones me regalaban algunos y los preparábamos en nuetras candelas de leña, en aquellos calderos antiguos de baro.
Ingredientes:
Un conejo.
Una cabeza de ajo.
Sal al gusto.
250 ml. de vino blanco
Un punto de pimienta.
Aceite de oliva.
Elaboración:
Al conejo lo condimentamos (salpimentamos).
Se pone un buen chorreón de aceite de oliva a fuego medio, se pone el conejo y se dora exteriormente, inmediatamente después le ponemos el ajo y una vez dorado suavemente el ajo le añadimos el vino blanco y dejamos que haga.
Al final terminábamos todos, alrededor de la mesa, compartiendo un buen plato, entre familia y contando aquellas azañas, ya fuesen verdaderas o inventadas.
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