gazpacho andaluz
El Gato con Botas de Color
viernes, 26 de junio de 2015
martes, 10 de marzo de 2015
Anguilas
Los anguílidos (Anguillidae) son una familia de peces teleósteos del orden Anguilliformes que incluye un solo género, Anguilla, conocidos vulgarmente como anguilas de río. Son peces eurihalinos que pasan parte de su vida en el mar y otra parte en los ríos, con comportamiento catádromo. Están distribuidas por la mayor parte de las aguas tropicales y templadas excepto en el este del Pacífico y sur del Atlántico. Su nombre procede del latín "anguilla", que significa "anguila".
Aparecen por primera vez en el registro fósil en el Mioceno superior, durante el Terciario superior.
Es un pez de cuerpo alargado que suele medir alrededor de 70 cm
aunque puede llegar a medir 2 metros. Las hembras suelen ser de mayor
tamaño que los machos. Tienen la piel recubierta de una secreción mucosa
que les hace muy escurridizas dándoles su característica más conocida
además de que las protege ya que poseen escamas microscópicas.
Normalmente viven 8 años los machos y 12 las hembras.
Tras la cabeza tienen dos aletas de pequeño tamaño. El dorso es pardo verdoso casi negro, el vientre es blanco y amarillento.
Viven en aguas dulces, aguas marinas y aguas salobres. Algunas especies de anguila son catádromas, es decir, emigran para desovar del agua dulce al mar, al revés que el salmón que es anádromo. El caso más llamativo lo representa la anguila europea (Anguilla anguilla), cuyos lugares para el desove están situados en el Mar de los Sargazos, lugar elegido por esta especie para la cría desde hace 140 millones de años.
Los ejemplares en la madurez reproductiva (8-10 años en las hembras y 4 en los machos) realizan un recorrido de más de 4.000 km para llegar hasta allí tras unos ocho meses, partiendo de los cauces fluviales de Europa occidental y Norteamérica. Una vez allí, machos y hembras se aparean, desovan y, finalmente, mueren. Todo el proceso se lleva a cabo a unos 500 metros de profundidad y a una temperatura de 15 º C. Los huevos depositados eclosionan a los pocos días, naciendo de estos los llamados leptocéfalos, de un tamaño inferior a la cabeza de un alfiler. Inmediatamente después del nacimiento, movidos más por las corriente del Golfo que por sus propios medios, los individuos inician la asombrosa migración de vuelta hasta los cauces fluviales desde donde partieron sus madres. Durante dicha migración, epopéyica a todas luces, mueren gran cantidad de individuos, pero las puestas son mucho más numerosas, permitiendo de este modo el reemplazo generacional (9.000.000 de huevos por hembra). Tras un plazo de dos a cuatro años llegan a la desembocadura de los cauces, y al contacto con el agua menos salina, sufren una metamorfosis que los transforma en angulas.
La salinidad del agua juega posteriormente otro papel crucial en su desarrollo, ya que determina el sexo de cada individuo. Es por ello que únicamente son hembras los individuos que remontan los cauces fluviales, permaneciendo en zonas aledañas a la desembocadura (más salinas)los machos. Entre cauces, acequias y pozos transcurre la vida de la angula mientras crece, madura y se transforma en la anguila.
Años más tarde, una primavera, cuando el reloj biológico se lo indica, salen de su hábitat para iniciar la migración hasta el Mar de los Sargazos, cerrando así el ciclo vital. Esta migración la realizan conjuntamente machos y hembras, siendo estas aproximadamente del doble del tamaño de los primeros, y también alcanzando ellas más tarde la madurez sexual.
La base del estudio sobre el asombroso periplo de estos animales la sentó el ictiólogo Danés Johannes Japetus Smith Steenstrup (1813-1897), quien durante más de veinte años se dedicó al estudio de este fenómeno. Actualmente, en la web de Radiotelevisión Española, existen dos podcast dentro del programa de radio "La aventura de la vida" en los que, bajo el título de "La epopeya de la anguila", el Doctor Félix Rodríguez de la Fuente, narra de una forma apasionada y amena todo este proceso.
Los ejemplares en la madurez reproductiva (8-10 años en las hembras y 4 en los machos) realizan un recorrido de más de 4.000 km para llegar hasta allí tras unos ocho meses, partiendo de los cauces fluviales de Europa occidental y Norteamérica. Una vez allí, machos y hembras se aparean, desovan y, finalmente, mueren. Todo el proceso se lleva a cabo a unos 500 metros de profundidad y a una temperatura de 15 º C. Los huevos depositados eclosionan a los pocos días, naciendo de estos los llamados leptocéfalos, de un tamaño inferior a la cabeza de un alfiler. Inmediatamente después del nacimiento, movidos más por las corriente del Golfo que por sus propios medios, los individuos inician la asombrosa migración de vuelta hasta los cauces fluviales desde donde partieron sus madres. Durante dicha migración, epopéyica a todas luces, mueren gran cantidad de individuos, pero las puestas son mucho más numerosas, permitiendo de este modo el reemplazo generacional (9.000.000 de huevos por hembra). Tras un plazo de dos a cuatro años llegan a la desembocadura de los cauces, y al contacto con el agua menos salina, sufren una metamorfosis que los transforma en angulas.
La salinidad del agua juega posteriormente otro papel crucial en su desarrollo, ya que determina el sexo de cada individuo. Es por ello que únicamente son hembras los individuos que remontan los cauces fluviales, permaneciendo en zonas aledañas a la desembocadura (más salinas)los machos. Entre cauces, acequias y pozos transcurre la vida de la angula mientras crece, madura y se transforma en la anguila.
Años más tarde, una primavera, cuando el reloj biológico se lo indica, salen de su hábitat para iniciar la migración hasta el Mar de los Sargazos, cerrando así el ciclo vital. Esta migración la realizan conjuntamente machos y hembras, siendo estas aproximadamente del doble del tamaño de los primeros, y también alcanzando ellas más tarde la madurez sexual.
La base del estudio sobre el asombroso periplo de estos animales la sentó el ictiólogo Danés Johannes Japetus Smith Steenstrup (1813-1897), quien durante más de veinte años se dedicó al estudio de este fenómeno. Actualmente, en la web de Radiotelevisión Española, existen dos podcast dentro del programa de radio "La aventura de la vida" en los que, bajo el título de "La epopeya de la anguila", el Doctor Félix Rodríguez de la Fuente, narra de una forma apasionada y amena todo este proceso.
martes, 3 de marzo de 2015
martes, 25 de noviembre de 2014
peces, escalares!!

El Escalar o Pez Ángel (Pterophyllum scalare) es una especie de pez de agua dulce perteneciente a la familia de los cíclidos. Es una de las especies de peces tropicales más populares en el mundo de la acuariofilia.
La primera noticia acerca de esta especie en acuarios proviene de Liechtenstein y data de 1911, cuando llegaron a Alemania
mezclados con otros peces procedentes de Brasil. En 1924 se produjo
otra importación, en la cual también había algunos ejemplares de estos
peces con forma "de vela" o "aletas como hojas". La revista «Aquariem ud Terrariem Kunde»
de julio de 1932, publicó una nota de Praetorius en la cual se refiere
al hábitat de los peces en cuestión. Praetorius se encontraba radicado
en Santarém, ciudad ubicada al margen del río Amazonas, donde éste se une con el río Tapajós. Praetorius mencionó haber capturado escalares en el río Demeras (actual Guyana),
pero al popularizarse la captura comercial, se comenzó a exportar desde
Perú, Colombia y Venezuela. Todos los estudios concuerdan en que es en
el río Tapajós donde es posible localizarlos en mayor cantidad.
De los primeros ejemplares introducidos a Alemania en 1911, algunos fueron vendidos a importadores de Estados Unidos
en 1915, los cuales fueron cotizados a U$S 75,00 la pareja. Nadie sabía
diagnosticar los sexos adecuadamente, así que simplemente se trataba de
dos ejemplares al azar. Tanto en Estados Unidos como en Alemania hubo
muchos intentos de reproducción fallidos, aunque hay algunos indicios de
que criadores alemanes obtuvieron un par de camadas tras muchos años de
intentos. De hecho, los escalares importados directamente de su
ambiente natural parecen rehusarse sistemáticamente a reproducirse en
cautividad, por lo que hay que esmerarse mucho en las características
del agua, luz, alimentación y cuidados. Fue a partir de 1960 cuando este
pez se popularizó en los acuarios. Hasta ese entonces, su reproducción
comercial era una tarea llena de complicaciones. A tal punto que cuando
algún criador lograba reproducirlo terminaba siendo nota de tapa de
alguna revista especializada.
En 1823 Martin Lichtenstein describió a Scalaris zeus sobre un solo ejemplar capturado en Brasil; ese espécimen tipo fue depositado en el Museo de Berlín. El mismo ejemplar fue examinado posteriormente por Georges Cuvier y Achille Valenciennes,8 que no eran conscientes de la descripción publicada por Lichtenstein por lo que renombraron la especie como Scalaris platax con una descripción que se basaba en un solo ejemplar al parecer mutilado. Johann Jakob Heckel, en 1840, redescribió a esta especie a partir de ejemplares adicionales capturados en el río Negro; erigió el género Pterophyllum para ellos e incluyó a P. scalaris dentro del mismo. Pterophyllum significa 'hoja con alas', en referencia a la alta compresión cuerpo y aletas, y scalaris significa 'escalera' o 'escalonada'. Francis de Laporte de Castelnau en 1855 describió una segunda especie de pez ángel, dumerilii, y, sin darse cuenta de la labor de Heckel, Cuvier y Valenciennes, y de Lichtenstein, erigió el género Plataxoides para ella (la raíz griega plata significa 'plano'). Esto fue más tarde corregido por Albert Günther (1862), quien sinonimizó todos esos nombres (de forma incorrecta en el caso de P. dumerilii) como Pterophyllum scalare, el nombre actual del pez ángel más popular.9 El P. altum fue descrito por Pellegrin en 1903 como Pterophyllum altum, y una cuarta especie, Pterophyllum eimekei, fue añadido por Ernst Ahl
en 1928 —esta última sobre la base de material de acuario (comercial)—.
La especie nombrada por Ahl más tarde resultó ser idéntica a P. scalare, aunque el nombre aparece en los textos de acuariofilia de la década de 1940 yhasta la década de 1960.10 Por último, J.P. Gosse describió una quinta especie en 1963 como Plataxoides leopoldi, creyendo que el nombre del género Pterophyllum Heckel ya estaba siendo utilizado para describir un género de insectos en el momento de la descripción de Heckel. P. leopoldi fue juzgado como un sinónimo de P. dumerilii. Sin embargo, Sven Kullander (1986), al volver a estudiar los ejemplares tipo de P. dumerilii y P. leopoldi , llegó a la conclusión de que el holotipo (espécimen único utilizado para la clasificación) de P. dumerilii era en realidad una variante de P. scalare, y que P. leopoldi era una especie distinta y válida. Su interpretación se basó en la forma de la cabeza (contorno predorsal): P. dumerilii y P. scalare comparten una "muesca" el perfil, mientras que P. leopoldi carece de la misma y tiene un punto negro visible en el extremo dorsal de la cuarta barra vertical.
otras ,especies.
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